La múltiple y siempre mutante relación que sostenemos con el cielo hace que algunas veces la luna pueda hablarnos y decirnos cosas inesperadas o remedios para ausencias de los amantes. Porque hay amores que tienen ciclos, como la luna, y nos llevan de la plenitud a la ausencia, de la luz a la sombra y viceversa. Los amantes se hablan con la luna como lengua.
Por Alberto Ruy-Sánchez